¿Qué es para mí la Felicidad?
Cuando era chico relacionaba felicidad con ver a toda la familia junta en la casa de la Tía Chola, con el olor a las tostadas, al pasto recién cortado, al asado de mi viejo y a la salsa de Antonieta (mi vecina) que que la ONU le otorgó la distinción de patrimonio de la humanidad para el deleite de las generaciones venideras.
No recuerdo relacionar momentos felices con logros materiales, si, entre los momentos más destacados se encuentran, cuando conocí a Marcela, el nacimiento de mis tres hijos y mi nieta ,las grajeas de felicidad diaria cuando te saludan por la calle, cuando un auto frena para que cruces o un gesto de “gracias con pulgar arriba” de un desconocido. Son esos gestos distintivos de la raza humana pero que lamentablemente se van perdiendo.
Es educación, recuerdo cuando salíamos de casa (en el barrio de Flores) con mi hijo de 2 años de la mano íbamos saludando a todos con quienes nos cruzábamos y así sembrábamos la semillita de la confianza y el respeto en el otro.
Yo creo que en el mundo y, mucho más en este país la crisis no es económica, política ni sanitaria, claramente es una crisis de valores, esos que mis viejos me enseñaban todos los días, con las palabras, pero especialmente con el ejemplo.
Por eso es que para este 2022 les deseo una vuelta a los orígenes, a que vuelvan los saludos espontáneos, las sonrisas de desconocidos, y la vuelta de la confianza. Mas educación e igualdad para todos. El resto viene solo y naturalmente.
Les dejo además algo que descubrí hace unos años, algo de una cultura que admiro y que muchos años después nos ayuda a entender el porqué de su progreso y su armonía. Se trata del Bushido.
El Bushido (en japonés, «El camino del guerrero»), es un código ético que muchos samuráis seguían como seña de identidad de su compromiso como guerreros. Más que un conjunto de reglas o deberes, el bushido era una forma de vida en la que el guerrero demostraba su compromiso con el honor, la lealtad o la justicia, llegando a entregarse a la muerte si éstos se veían en peligro.
Las "siete virtudes" del bushidō
En su forma original, se reconocen en el bushidō siete virtudes asociadas:
義 Gi — Justicia o Rectitud (decisiones correctas)
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto. Se diferencia entre tu intensidad, pero se base en lo correcto y lo incorrecto.
勇 Yu — Coraje
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
仁 Jin — Compasión
Mediante el entrenamiento intenso y la meditación el samurái se vuelve rápido, fuerte y sabio. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
礼 Rei — Respeto, cortesía
Los samuráis no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.
誠 Makoto — Honestidad, sinceridad absoluta
Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar su palabra", no ha de "prometer", el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.
名誉「名譽」Meiyo — Honor
Es la virtud más importante de todas. El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. No puede ocultarse de sí. En caso de quedar mancillado, la única forma de restaurarlo es mediante el Seppuku o suicidio ritual.
忠義 Chugi — Lealtad
Haber hecho o dicho algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Para el guerrero, las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
Muchas Gracias y Felicidades!!!
Pablo Petruccelli
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